LOS CHAMANES: ADIVINOS, SACERDOTES, EXORCISTAS Y SANADORES

 

Hay algunas ceremonias chamánicas que no implican el estado de posesión o el estado de trance profundo del chamán.

Se puede usar un trance ligero, como la adivinación (la lectura del agua, como un plato con agua o con té), La lectura de los huesos (África), lectura de monedas (I Ching en China), o la lectura de los intestinos de los conejillos de Indias (América del Sur). Al igual que con la mediumnidad, hay individuos que han desarrollado su talento innato para la adivinación psíquica y pueden utilizar cualquiera de estas herramientas de adivinación. Esto, por sí solo, no hace de ellos chamanes.

Los chamanes traen la información divina del mundo de los espíritus. Sin embargo, no todos los traen información divina son chamanes.

SACERDOTES

Los chamanes son a menudo llamados los primeros sacerdotes, y pueden ser los precursores de los sacerdotes religiosos de hoy en día. Sin embargo, hay dos claras diferencias entre sacerdotes y chamanes. Los sacerdotes enseñan una doctrina particular, y por lo general, tienen muy poca o ninguna experiencia en los estados alterados. No es necesario que un sacerdote haya tenido una experiencia mística para llevar a cabo una función social. Para un chamán, la mística es esencial. Es también el papel del sacerdote, como funcionario religioso, expresar la doctrina de una iglesia como la verdad dada por Dios.

Aunque el chamán utiliza su contacto místico para reequilibrar y mantener la conducta moral de la comunidad, no enseña un sistema de creencias o doctrina en particular.

Es interesante tener en cuenta que hay sacerdotes exorcistas en la Iglesia Católica Romana que exorcizan espíritus dañinos, siguiendo un procedimiento descrito en el Ritual Romano de 1614. Su procedimiento de exorcismo es muy similar al utilizado por ritual de exorcismo chamánico. Sin embargo, la capacidad de exorcizar los espíritus malignos por sí sola no hace de uno un chamán.

CURANDEROS
 En muchas culturas chamánicas hay curanderos que practican las artes de la sanación física con métodos tales como hierbas medicinales, el masaje o la acupuntura. Estos curanderos no son chamanes, pero tradicionalmente practican en conjunto con el chamán en la comunidad. Cualquiera de estas artes de la curación pueden ser practicadas por chamanes particularmente.

Por ejemplo, los chamanes amazónicos tienen un vasto conocimiento de los usos medicinales y alucinógenos de las plantas de la selva tropical. Sin embargo, la práctica de estas artes no hace de ellos un chamán, ya que esta curación no requiere el dominio de los estados de trance.

Para la curación chamánica es necesaria la ayuda del espíritu, no las creencias, la tradición, el dogma, o en algunas ocasiones, repetir una curación que funcionó anteriormente.

 

El chamán no está involucrado en mantener el status quo. La tarea del chamán es doble. En primer lugar, el diagnóstico preciso de las energías visibles e invisibles en la raíz del problema, y ​​en segundo lugar, llevar a cabo el ritual específico de las energías necesarias para resolver el problema. El chamán sabe que los síntomas similares no implican necesariamente que la raíz del problema sea la misma.

Por lo tanto, el chamán consulta al reino del espíritu primero y procede según las indicaciones de ayuda de los espíritus. Lo que funciona es lo que importa.

Los chamanes tienen completa confianza en que los espíritus que le ayudan saben qué funciona y qué no. A través de sus prácticas, los chamanes, abren la puerta entre los reinos físico y espiritual para restablecer la armonía en el individuo, entre el individuo y la comunidad, y entre la comunidad y el mundo de los espíritus.