miércoles, 1 de junio de 2016

LA RANA TOTEM Y MEDICINA


Las ranas son el símbolo de la transformación a través del agua y el sonido.

La rana es el anfibio con el que más familiarizados estamos y, aunque en ocasiones se la confunda con el sapo, las diferencias son bastante marcadas. Las ranas se encuentran normalmente en las cercanías del agua, en tanto que a los sapos se les suele ver en tierra. Por otra parte, las ranas tienen la piel lisa, mientras que los sapos la tienen rugosa. Y, por último, los sapos tienen unas glándulas (las paratiroides) en la cabeza que segregan una espesa mucosa tóxica, sistema defensivo del cual carecen aquellas.
 
Las ranas aparecen en la mitología desde tiempos remotos; estando relacionadas, por sus características anfibias, con la magia del agua y de la tierra, pero también con el folclore de las hadas y los elfos.
 
En muchas sociedades chamánicas —especialmente en América del Norte y del Sur— se ha vinculado a la rana con la lluvia y con el control de los fenómenos atmosféricos; de hecho, se dice incluso que, cuando croa, atrae la lluvia. Pero, debido a su vinculación con el agua, también se ha relacionado a la rana con las energías lunares (no olvidemos que la Luna mueve las mareas en nuestro planeta) y con las diosas lunares; de ahí que fuera el animal de la diosa egipcia Herit, que ayudó a Isis a resucitar a Osiris.
 
La rana es el heraldo de la abundancia y la fertilidad, entre otras cosas porque en su fase de renacuajo se asemeja mucho al espermatozoide humano; pero también por la evidente vinculación de la lluvia con la fertilidad y porque, tras la lluvia, las ranas se alejan de las charcas para alimentarse de los insectos y las lombrices que emergen de la tierra empapada por la lluvia.

Incluso en su fase adulta, las ranas siguen siendo animales semiacuáticos, que viven en humedales y precisan del agua y de todo lo relacionado simbólicamente con el agua. De modo que, si la rana ha entrado dando saltos en tu vida, es muy posible que necesites entrar en contacto con el elemento agua; puede que se avecinen lluvias, o puede ser también que necesites invocar la lluvia en tu vida. También puede suceder que tus viejas aguas se hayan quedado estancadas y necesites la ayuda de la rana para purificarlas.

Las emociones guardan una estrecha relación con el agua, de ahí que las personas con la rana como tótem sean muy sensibles a los estados emocionales de los demás, al punto que parecen saber instintivamente cómo comportarse y qué decir en estas situaciones.
 
Las ranas albergan el conocimiento del tiempo atmosférico y de su control; de hecho, la medicina de la rana permite atraer la lluvia para satisfacer cualquier propósito, sea el de limpiar, sanar, facilitar el crecimiento, inundar o estimular; pues sus energías se pueden utilizar tanto para evocar una tenue lluvia como para provocar auténticos aguaceros.

La llamada de la rana es la llamada de las aguas, y la primavera y el verano son las épocas del año en que la voz de la rana se difunde por los humedales; es su época de poder. Pero su llamada cumple con diversas funciones, pues la rana puede croar para atraer a miembros del sexo opuesto en la época de apareamiento, pero también para que la hembra indique que no está receptiva; puede servir para delimitar el territorio y puede advertir de la presencia de depredadores.

La rana es un tótem de la metamorfosis, un símbolo de aquel que obtiene el control de su propio poder creativo, de aquel que pasa simbólicamente del huevo al renacuajo, y del renacuajo a la rana adulta. Y su vinculación con el agua le permite estar en contacto permanente con la fuerza creativa de la cual procede, de ahí que la gente rana conserve unos fuertes vínculos con la madre. Pero, además, esta conexión con el elemento agua debería dar que pensar a aquellas personas que tienen a la rana como tótem.

¿Te estás sumergiendo demasiado en lo mundano?

¿Te estás enfangando en el lodo de la vida cotidiana?

¿Estás necesitando un baño en las frescas aguas de la creatividad?

¿Lo necesita la gente que te rodea?

¿Te sientes anegado, empantanado o ahogado en tus emociones?

Las ranas sintonizan profundamente con el sonido, pues tienen en sus canales auditivos unas membranas redondas similares a tímpanos que les permiten reconocer y responder a determinados sonidos y a sus localizaciones.

Sabemos por la ciencia desde hace mucho que el agua es uno de los mejores conductores del sonido, y esta sensibilidad al sonido es algo que deberían desarrollar las personas que tienen por tótem a la rana. Probablemente, sus gustos musicales no sean demasiado convencionales, pero pueden aprender a utilizar la voz para evocar emociones y para invocar las lluvias, o bien un cambio en las condiciones atmosféricas de su vida.


 

2 comentarios:

  1. Gracias por la página, por las explicaciones sobre la rana y su sonido. Gracias por abrir mi mente.

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