Extraído del libro “Mitos y Arte Huicholes”
Peter T. Furts - Salomon NaHuicholhamad.
Cuatro y medio siglos después de la conquista, los 8 ó 10 mil wirrarikas del occidente de México representan la única población de Mesoamérica cuyo universo ideológico aborigen ha permanecido básicamente inalterada por la influencia cristiana. Afirmar que los wirrarikas son los únicos en este respecto no es negar los componentes a menudo considerables de tradición prehispánica dentro del cuerpo de creencias sincréticas y rituales que constituyen lo que acertadamente ha sido llamado el “catolicismo folklorico” del México contemporáneo.
La diferencia es que solo entre los wirrarikas la cosmología, la mitología y el ritual alrededor de los cuales se resuelve la cosmovisión nativa son pre-europeos y, hasta cierto grado, aún anteriores a la agricultura. Los dioses y los seres divinos son fenómenos de la naturaleza deidificados: los espíritus de los antepasados, “dueños” o espíritus de animales o plantas, y de las fuerzas que gobiernan la fertilidad y el crecimiento, fuerzas personalizadas a las que se dirigen por medio por medio de términos rituales de parentesco.
La deidad principal de los wirrarikas es Tatewarí (ta- nuestro, tewarí-abuelo), a quien Lumholtz (1900-1902) llama “el abuelo fuego”. También hay un término genérico para fuego, tái, pero rara vez se usa, aún en los conceptos no ceremoniales.
Nuestro Abuelo, el Fuego es el primer mará'akamé (chamán) de los wirrarikas, quién en la antigüedad dirigió la primera cacería del peyote y que actúa también como deidad titular del individuo más importante de la cultura wixaritari, el mará'akamé. El compañero animal y ayudante de Tatewarí es Káuyúmarie el héroe cultural, la Sagrada Persona Venado, que es animal, humano y semidiós al mismo tiempo y que emerge en la cosmología wixaritari con Tamátsi Máxa Kwaxí, Hermano Mayor Cola de Venado. Se considera a Maxá Kwaxí una de las mayores deidades y en los contextos rituales se simbolizado por la cola de venado, mientras que Káuyúmarie es simbolizado por sus cuernos: juntos son uno y el mismo ser. Káuyúmarie-Máxa-Kwaxí es también el ser tutelar sobrenatural o espíritu ayudante, que auxilia al mará'akamé en la curación, durante la caza del peyote o en otras ocasiones ceremoniales.