La pantera es poderosa y protectora. La pantera simboliza el coraje, la valentía y el poder. Si la pantera es tu animal de poder, has sido bendecido con un guardián feroz.
La pantera es el símbolo de la madre, la luna oscura y la energía de la noche. Este animal tótem nos anima a entender el poder dentro de las sombras y reconocer estos poderes para ayudar a eliminar el miedo a la oscuridad y lo desconocido.
La pantera es un tótem ciertamente antiguo y poderoso. Su nombre se asocia por regla general con una especie concreta de leopardo o jaguar, si bien en la zona de Florida también llaman pantera al puma.
Aquí exploraremos a la pantera como parte de la familia del leopardo y/o el jaguar, y no de la familia del puma.
Al igual que la mayoría de los grandes felinos, la pantera es símbolo de ferocidad y valor; y al igual que el tigre y el león, encarna la agresividad y el poder, aunque sin sus significados solares; pues, en el caso de la pantera negra, sus correspondencias son decididamente lunares.
Como con cualquier otro tótem, el estudio de las características individuales puede aportar multitud de ideas sobre las energías que pueden activarse en las personas que sintonizan con este animal. Las panteras de la familia del leopardo se encuentran en África, Asia Menor, China e India, en tanto que las relacionadas con el jaguar se encuentran en el sudeste de Estados Unidos (cada vez más escasas), en todo México, América Central y determinadas regiones de América del Sur. Pero la meditación sobre este tótem, cuando se te revela, te ayudará a determinar si forma parte de la familia del leopardo o de la familia del jaguar, con independencia de los rasgos que ambas encarnan y reflejan.
La pantera es, en general, más pequeña pero más fiera que los leones o los tigres y dispone de más de 500 músculos que puede utilizar a voluntad. Esto nos indica mucho acerca de las personas que tienen a estos animales corno tótem’, pero refleja la capacidad de hacer las más diversas tareas a voluntad, siendo simplemente cuestión de decidir o no darle uso a esos «músculos» en particular, sean físicos, mentales o espirituales.
En términos generales, las panteras son unos seres solitarios, pues, aunque se relacionan con otros miembros de su especie, se sienten más cómodas yendo a su aire en sus propios territorios; de ahí que se sientan atraídas por aquellas personas que son también solitarias.
La pantera es una asombrosa combinación de belleza y funcionalidad, pues armoniza una elegancia fascinante con una facilidad de movimientos asombrosa o con la más absoluta quietud. Por otra parte, es muy silenciosa cuando está acechando, cazando o siguiendo un rastro; por lo que quienes tienen a la pantera como tótem descubrirán que su mayor poder en la búsqueda de objetivos reside en el silencio, y que dar demasiados detalles o hablar demasiado puede hacerles perder efectividad.
Las panteras son también excelentes velocistas, aunque no se les dan demasiado bien las largas distancias; de ahí que, desde una perspectiva de salud, las personas que tienen a la pantera como tótem deberán aprender a dosificar el trabajo, dejándose siempre tiempo para descansar y jugar. Por otra parte, no conviene que se excedan ni que se esfuercen demasiado en ninguna tarea, ya que, si lo hacen, pueden generar algún desequilibrio. En épocas turbulentas (en cualquier ámbito), los que tienen a la pantera como tótem serán normalmente los primeros y más rápidos en responder y, especialmente en el entorno laboral, responderán efectivamente en las fechas marcadas y bajo cualquier presión.
Tras el apareamiento, las panteras permanecen juntas por un breve período de tiempo, entre otras cosas porque la hembra, que es la que se encarga de cuidar de las crías no gusta de ningún tipo de intrusión externa. En esto se parecen mucho las mujeres que tienen a la pantera como tótem, pues no les gusta que los demás —ni siquiera su pareja—— interfieran en el modo en que ellas creen que tienen que educar a sus hijos.