Los lobos son probablemente uno de los más incomprendidos de los animales salvajes. Es protagonista de cuentos de terror en los que se les dibuja como animales despiadados y crueles y no es cierta esta imagen que se nos da de ellos puesto que son animales cordiales, amables, sociales, leales y muy inteligentes, con un extraordinario sentido familiar, social y comunitario y con una normas y rituales muy definidos.
Prácticamente han sido divinizados por la cultura nativo americana por tantísimos rasgos positivos que acumulan. Son el puro espíritu salvaje de las tierras vírgenes.
Existen varias especies de lobos en América del Norte, el lobo rojo, lobo gris, lobo ártico...
Los lobos son casi tan ritualistas como los seres humanos pues viven según unas reglas bien definidas. Al igual que los seres humanos los lobos tienen territorios concretos que respetan de una manera casi sagrada y por otra parte su comportamiento social se basa en una estructura jerárquica en la cual cada individuo tiene su lugar y función y hay entre ellos un macho alfa y una hembra alfa.
Los lobos no recurren a la violencia si no es por necesidad, pues de hecho evitan las peleas a toda costa y aunque son extremadamente fuertes y poderosos, sus desacuerdos rara vez terminan en una contienda seria. Normalmente una mirada, una postura, un gruñido, es todo cuanto hace falta para determinar el dominio dentro de la manada, rango jerárquico que no tienen necesidad de demostrar pero que pueden reafirmarlo si lo requiere la situación. Y esto es parte de lo que la medicina del lobo te puede enseñar puesto que puede ayudarte a saber quien eres y a desarrollar la fuerza, la confianza y la seguridad necesarias como para que no tengas que demostrar nada ante nadie.
Además de su notable inteligencia los lobos tienen también unos sentidos muy sutiles, en especial el sentido del olfato, que según dicen es 100 veces más agudo que el olfato de los seres humanos. El sentido del olfato dota al lobo de un gran poder de discriminación, facultad que mantiene una estrecha relación con el idealismo espiritual de los círculos metafísicos.
Prácticamente han sido divinizados por la cultura nativo americana por tantísimos rasgos positivos que acumulan. Son el puro espíritu salvaje de las tierras vírgenes.
Existen varias especies de lobos en América del Norte, el lobo rojo, lobo gris, lobo ártico...
Los lobos son casi tan ritualistas como los seres humanos pues viven según unas reglas bien definidas. Al igual que los seres humanos los lobos tienen territorios concretos que respetan de una manera casi sagrada y por otra parte su comportamiento social se basa en una estructura jerárquica en la cual cada individuo tiene su lugar y función y hay entre ellos un macho alfa y una hembra alfa.
Los lobos no recurren a la violencia si no es por necesidad, pues de hecho evitan las peleas a toda costa y aunque son extremadamente fuertes y poderosos, sus desacuerdos rara vez terminan en una contienda seria. Normalmente una mirada, una postura, un gruñido, es todo cuanto hace falta para determinar el dominio dentro de la manada, rango jerárquico que no tienen necesidad de demostrar pero que pueden reafirmarlo si lo requiere la situación. Y esto es parte de lo que la medicina del lobo te puede enseñar puesto que puede ayudarte a saber quien eres y a desarrollar la fuerza, la confianza y la seguridad necesarias como para que no tengas que demostrar nada ante nadie.
Además de su notable inteligencia los lobos tienen también unos sentidos muy sutiles, en especial el sentido del olfato, que según dicen es 100 veces más agudo que el olfato de los seres humanos. El sentido del olfato dota al lobo de un gran poder de discriminación, facultad que mantiene una estrecha relación con el idealismo espiritual de los círculos metafísicos.