El aliento y el aire son muy importantes en lo relativo a las aves y las plumas, pero el aliento es esencial para activar la energía de las plumas, tanto para sintonizar con ellas como para que estén preparadas para utilizarlas en sanación.
Es conveniente que les des aliento a las plumas durante el tiempo que necesites que familiarizarte con ellas, ya hablamos en una entrada anterior de como acicalarlas, cepillarlas y manejarlas, pero debes darles aliento antes de utilizarlas en la meditación, sanación, cambios de forma, elaboración de fetiches o cualquier otro uso que les vayas a dar, puesto que tu aliento es el principal activador que desencadena la vida y la energía de la pluma y despierta sus fuerzas arquetípicas.
Lo primero es tomar tu pluma, acicalarla, acariciarla, cepillarla y tomar contacto con ella y con el ave de la cual procede, para que seas consciente del tipo de energía que te va a proporcionar, teniendo en cuenta que lo más importante son las cualidades del ave que deseas que se activen en ella.
Busca un momento apropiado para dar aliento a tu pluma, tratando de que no te vayan a molestar en este espacio de tiempo, y prepara un ambiente agradable en el lugar que hayas destinado para ello, puedes prender incienso y poner música con sonidos ambientales de la Naturaleza o incluso con cantos de aves, en suma un ambiente relajante que te ayude a profundizar.
Pon la pluma o plumas delante de ti, o bien en tu regazo.
Concéntrate y presta atención a tu respiración, haciéndolo de manera lenta y rítmica. Cuenta hasta cuatro mientras inspiras, aguanta la respiración mientras cuentas de nuevo del uno al cuatro y luego espira, contando también hasta cuatro. Relájate cada vez más concentrado en tu respiración.
Trae a tu mente la imagen del pájaro y busca en tu memoria su vuelo, sus características, sus cualidades... siente el aire y recuerda que también está unido a las actividades mentales.
Ahora visualiza a tu ave volando en libertad dentro de tu mente y mientras tanto observa como irradia las cualidades que tu has asociado con ella.
Después toma la pluma (si tienes más de una debes volver a este punto con cada una de ellas, solo se da aliento a una pluma cada vez). Sostenla por el cálamo con ambas manos a unos cuatro centímetros de distancia de tus labios. Mantén los ojos cerrados e imagina su movimiento durante el vuelo, y mientras tanto, deja que tu respiración siga el mismo ritmo. Cuando las alas bajan, tu inspiras y cuando suben, tu espiras. Al principio te resultará extraño, pero recuerda que las aves respiran al revés que los humanos.
Cada vez que exhales el aire, hazlo sobre la pluma e imagina que de este modo estás honrando el poder del vuelo, al tiempo que unificas tu aliento de vida con el aliento de vida de tu ave totémica. Sigue respirando así durante un minuto o dos, e imagina que estás alentando una nueva vida en la pluma y en las fuerzas arquetípicas que hay en ella.
Llegado a este pinto deberás sentir una ligera vibración en el tono de la pluma. Puede ser un hormigueo, una sensación de presión creciente, una sensación cálida o algo parecido. Esa sensación deberás sentirla en ambas manos, dado que la energía de la pluma viene a la vida y afecta al aire que la rodea.
Sin soltar la pluma, intenta imaginar, que la energía que la envuelve asciende por tus brazos y se introduce en tu cuerpo. Puedes sentirla, verla, percibirla o simplemente imaginarla. En tanto en cuanto mantengas la concentración, así será, pero no olvides que la energía sigue al pensamiento y que las aves rigen la esfera del pensamiento. Tómate unos instantes para ver como la energía del pájaro se despierta en tu interior, con todas sus capacidades, e imagínate haciendo uso de tales capacidades durante la semana entrante.
Tómate tiempo para repetir este ejercicio cuantas veces utilices la pluma o plumas, pues es el modo de despertarlas y darles poder. Las energías que envuelven a las plumas se incrementarán cada vez que lo hagas, pues este ejercicio tiene un efecto acumulativo que no solo te permitirá volar más alto o profundizar más en ti mismo, sino también manifestar con mas facilidad la energía del ave en tu vida.
Conserva en tu mente las cualidades del pájaro, sabiendo que, con cada respiración sintonizas mejor con él. Cuanto más concentrados sean tus pensamientos mientras respiras, más potente se hará la energía de la pluma, hasta que consigas desarrollar un vínculo dinámico con las fuerzas divinas que la pluma refleja en la Naturaleza.
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