sábado, 9 de mayo de 2015

LA RECOGIDA DE PLANTAS MEDICINALES Y SU PREPARACION ENTRE LOS CHEROKEES

 
Hay una serie de ceremonias y reglas observadas en la recogida de las hierbas, raíces y cortezas entre los cherokees.
 
En la búsqueda de sus plantas medicinales el chamán va provisto de una serie de cuentas blancas y rojas, y se aproxima a la planta a partir de una cierta dirección, dando vueltas de derecha a izquierda una o varias veces, recitando ciertas oraciones al mismo tiempo.
 
A continuación, agarra la planta por las raíces y deja caer una de las cuentas en el agujero y lo cubre con tierra suelta.
 
En una de los métodos para la recolección del ginseng, el recolector se dirige a la montaña como al "Gran Hombre" y asegura que él no viene sino para tomar un pequeño trozo de carne (el ginseng) de su terreno, por esto, deja el grano en la tierra, como una compensación por arrancar la planta de su seno.
 
En algunos casos el chamán debe dejar pasar las tres primeras plantas que se recogieron hasta que llega a la cuarta, que selecciona, y luego ya puede seleccionar todas las demás que se recojan.
 
 La corteza se toma siempre desde el lado oriental del árbol, y cuando se utiliza la raíz o la rama del árbol, esta también debe  extenderse hacia el este. El motivo es que son las que más sol han recibido y son más potentes y curativas.
 

Cuando las raíces, hierbas y cortezas que entran en la prescripción han sido así reunidas, el chamán las ata en un paquete conveniente, las lleva a un arroyo y las deposita en el  agua con oraciones apropiadas para bendecirlas.

En caso de que estas floten, que generalmente lo hacen,  acepta el hecho como un presagio de que su tratamiento será exitoso.

 


Por otra parte, en caso de que se hundan, concluye que una parte de la ceremonia anterior se ha realizado de manera incorrecta e inmediatamente se pone a la recolección de nuevas hierbas, repasando todo el ritual desde el principio. 
 
Las hierbas se recolectan a de luz de la luna, que también es una característica importante en la medicina popular europea, aunque no se hace el ritual que emplean los Chamanes.
 
Hay regulaciones fijas en lo que se refiere a la preparación de la decocción, el cuidado de la medicina durante la continuación del tratamiento y la eliminación de lo que queda después de que el tratamiento llega su fin.
 
Es siempre el chamán el que dispone los detalles de la recolección, aunque puede tener la ayuda de un asistente o aprendiz.
 
En estos tiempos, este ritual ha degenerado bastante y varios pretendientes advenedizos al arte de curar han surgido en las tribus y tratan imponerse a la ignorancia de sus compañeros haciéndose pasar por los médicos, aunque sin saber casi nada de sus oraciones y ceremonias, sin la cual no puede haber virtud en la aplicación.
 
Estos impostores están muy mal considerados, tanto por los pacientes que los miran con el mayor desprecio como por los maestros reales, tanto hombres como mujeres, que se han iniciado en los misterios sagrados y que con orgullo conservan los antiguos rituales del pasado.

 
 

 
 


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