Las aves han sido frecuentemente objeto de augurios y de culto, e incluso se las ha utilizado como medio para el pronóstico del tiempo. Pero además se comunican con todo aquel que esté dispuesto a escucharlas de la forma adecuada, si bien, para ello necesitaremos de un conocimiento profundo que nos permita traducir sus mensajes para aplicarlos en nuestra vida. La información nos llega a través de la Naturaleza y de todas sus criaturas y el cuerpo y la mente saben y sienten que lo que vemos es significativo. El vuelo de un pájaro y la dirección que toma no es algo arbitrario y sin sentido. El instante del vuelo, el lugar en que aparece el ave y el modo en que responden otras aves y animales son mensajes plenos de significado para nosotros. La Naturaleza refleja a la Divinidad en el mindo físico y los animales constituyen las sombras de esos reflejos.
Walt Whitman escribió:
"Había un niño que salía cada día,
y lo primero que miraba, en eso se convertía.
Y eso formaba parte de el por aquel día
o parte de aquél día, o por muchos años
o sucesivos ciclos de años".
Esta idea es la que utilizamos para iniciar la conversación con el reino de las aves, y no es necesario esforzarse mucho para averiguar lo que nos dice si establecemos una sólida base de conocimientos, no hay más que relajarse en una conciencia profunda y en pleno sentido del yo.
Los ejercicios que te doy a continuación te ayudarán a desarrollar esta capacidad. Pero no tengas prisas. Deja que se desarrolle de forma natural.
Esto ha de ser lo primero que hagas por las mañanas al levantarte. Tómate unos instante para relajarte y silenciar tu mente, e imagínate que sales fuera y que la Naturaleza te recibe con un ave. Pide mentalmente que la primera ave con la que te encuentres hoy, sea la que sea, te ofrezca un mensaje significativo y proyecta mentalmente la idea de que esa ave representará para ti el tipo de día que vas a tener hoy.
Imagina esto con tanto detalle como te sea posible, y no te preocupes por la posibilidad de que lo que imagines no sea cierto, o de que todo esto no sea más que una superstición. Con este ejercicio lo único que se pretende es abrir una puerta , abrir una vía que te ayudará a ver a la Naturaleza y a responder ante ella como fuente de información a cerca de tu vida. Recuerda también que las aves están relacionadas con las actividades mentales de tal modo que tus pensamientos serán recogidos por aquellas aves totémicas que sean importantes para ti.
Adopta una actitud mental adecuada sobre el modo en que deseas que la Naturaleza te responda. Tómate tiempo para meditar antes de salir de casa, para determinar como quieres que te llegue el mensaje. Si el ave aparece por tu derecha ¿Qué desearías que significase eso? ¿Y si aparece por la izquierda? ¿Y por el Norte? ¿Por el sur? ¿El este? ¿El oeste? ¿Y si se está elevando?¿Y si está descendiendo? Has de saber de antemano que quieres que signifiquen todas estas cosas. Pero no te aferres demasiado a eso, porque a medida que se vaya desarrollando tu relación con las aves se irá desarrollando también el proceso de comunicación.
Tómate unos instantes cada día para establecer esta actividad mental y para enviar a la Naturaleza el mensaje de que estás dispuesto a recibir. De este modo te estarás programando a ti mismo para profundizar tu respuesta ante la Naturaleza y sus diferentes expresiones. Estarás sentando las bases para la comunicación, y estarás invitando a la Naturaleza a responder según unas directrices discernibles y concretas que te permitirán comprender sus mensajes. Haz esto durante 5 minutos cada mañana durante alrededor de una semana antes de dar el siguiente paso.
Presta atención a la dirección del vuelo como lo que es, un antiquísimo método para escuchar a la Naturaleza. En otro tiempo, existía la creencia popular de que, si un pájaro volaba hacía la derecha antes de un viaje, eso era un indicio de que todo iría bien, y que si volaba hacia la izquierda, lo mejor era quedarse en casa. Con el tiempo, se adquiere la capacidad para reconocer lo que significan determinadas actitudes y actividades de las aves durante los viajes y eso es algo que tu puedes empezar a desarrollar ahora.
Tómate unos instantes cada día para establecer esta actividad mental y para enviar a la Naturaleza el mensaje de que estás dispuesto a recibir. De este modo te estarás programando a ti mismo para profundizar tu respuesta ante la Naturaleza y sus diferentes expresiones. Estarás sentando las bases para la comunicación, y estarás invitando a la Naturaleza a responder según unas directrices discernibles y concretas que te permitirán comprender sus mensajes. Haz esto durante 5 minutos cada mañana durante alrededor de una semana antes de dar el siguiente paso.
Al cabo de una semana de meditaciones preparatorias habría llegado el momento de seguir adelante. Repite tu visualización, pidiéndole a la Naturaleza que te envíe una señal a través de un pájaro sobre como te va a ir el día, y revisa en tu mente lo que puede significar cada una de sus posible apariciones.
Después, sal de casa e inspira profundamente el aire fresco de la mañana, toma asiento y simplemente, relájate, escucha y observa. ¿Qué aves puedes oír o ver? ¿Cúal o cuales de ellas te llaman más la atención? ¿Qué te hacen sentir? ¿Qué clase de día sientes que te indican que vas a tener? Si estás viendo al pájaro ¿Está volando o está parado en algún sitio? Viendo lo que hace ¿Dirías que este va a ser un día para remontarse a las nubes y cantar, o un día más ocupado?
Ni siquiera tienes que preocuparte por la exactitud del mensaje. De hecho, en un principio , la interpretación puede que no sea muy precisa, pero a medida que practiques, verás que se va haciendo cada vez más exacta. No olvides que llevas toda una vida sin escuchar a la Naturaleza, por lo que es normal que tus comunicaciones no sean demasiado precisas al principio.
Toma nota de las cualidades y características básica del ave, y estudia sus colores pues solo con los colores vas a poder obtener mucha información. Si ves varias aves, pregúntate si va cada una por su cuenta o van en grupo, y si van en grupo ¿Cuántas son? (recuerda que los números son importantes, en una próxima entrada al blog, hablaremos de los números y los colores). ¿En qué entorno la has visto? ¿Se trataba de un ave nocturna o diurna?
¿Que crees que te puede decir todo esto con respecto al día que tienes por delante?
Confía en tus primeras impresiones y no olvides que esto no es más que el primer paso. Luego dale las gracias al ave o las aves, y dale las gracias a todo en la Naturaleza por ser mera presencia en tu vida. Puedes dar las gracias en silencio o mediante algún tipo de gesto físico, como uniendo las manos en un gesto de oración, o bien, haciendo una ofrenda de semillas.
Por último, parte hacia tus quehaceres cotidianos y mientras te sumerges en tu día a día, haz alguna vez una pausa para mirar afuera. ¿Acaso aquél pájaro te está llamando la atención para reforzar el mensaje? ¿Puedes constatar si lo que sentiste al salir de casa por la mañana, se está reflejando en lo que está sucediendo durante el día?
Y cuando termine la jornada, haz una revisión: ¿En qué medida el pájaro reflejó o no lo que sucedió después? ¿De qué modo te hubiera quedado más claro el mensaje? Con el tiempo, al cabo más o menos de un mes, te darás cuenta de que las aves te ofrecen un magnífico barómetro de lo que va a ser tu día.
bellisimo y muchas gracias por compartirlo
ResponderEliminarhoy lo hice me enfoque en palomas, cuando sali no habia un solo ave a los 10 minutos habia 4 en grupo y una apartada todas quietas acomodado sus plumas , luego la que estaba apartada se unio al grupo asi se quedaron
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir esa sabiduría.
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