Los mantras constituyen la séptima escuela de yoga. Es un término sánscrito, que puede traducirse por «encantamiento» o «hechizo». Con los mantras, el poder del sonido se utiliza para transportar la realidad espiritual absoluta a nuestra conciencia.
Podemos utilizar los mantras para obtener diversos efectos.
Poseen un poder creativo y pueden atraer circunstancias y situaciones específicas, ya que cambian de manera dinámica el campo áureo de la persona También pueden tener un poder destructivo, que se puede utilizar para destruir o repeler energías negativas. Poseen el poder de sintetizar nuestras energías, llevando la armonía a todos los niveles de nuestro ser.
En el tantra, existen diez karmas o mantras (diez usos):
l. Curación.
2. Paralización (capacidad para parar el movimiento de cualquier cosa viva).
3. Atracción (a cualquier nivel).
4. Desequilibrio (alterar o perturbar el equilibrio).
5. Control.
6. Atracción distante.
7. Cambio (cambiar la conducta).
8. Oposición (la creación de ésta).
9. Muerte.
10. Aumento y expansión.
El yoga mantra utiliza palabras, frases y lo sonidos que conllevan poder para efectuar cambios en la mente. el cuerpo, las emociones o el espíritu de la persona. Estimula las energías en nuestro espacio exterior e interior, llevando a ambos a la armonía y resonancia recíprocas. Los mantras tienen la capacidad de destruir los obstáculos que nos impiden cultivamos. y las leyendas nos cuentan que también pueden llegar a regenerar órganos.
La mayor parte de mantras no tienen efecto si no se entonan de forma adecuada. Cuando una persona no iniciada los ve o los escucha tiene la impresión de que carecen de significado. El hecho de ser capaz de pronunciar correctamente el mantra de una deidad generalmente depende de la pureza corporal y espiritual, así como del conocimiento de la entonación adecuada.
Suele decirse que la energía psíquica despertada por algunos mantras puede convertirse en perniciosa si se ha despertado
en una esfera contaminada. Así pues, al cultivamos, elevar nuestras vibraciones individuales y llegar a ser más espirituales. los mantras alcanzan por sí mismos un poder, todavía mayor. Es importante tratarlos con respeto.
La vibración de los mantras producirá un efecto purificador y perfeccionador sobre nosotros y nuestro campo áureo.
Creará oportunidades para expulsar de nuestro campo energético los elementos y energías más vulgares. Los mantras hindúes y budistas mahayánicos se utilizan para concentrar la mente. dado que la esencia de muchos mantras es la monotonía. Se repiten para que la realidad del sonido llegue a ser dominante y la mente se entretenga menos en el proceso meditativo.
La vibración de los mantras producirá un efecto purificador y perfeccionador sobre nosotros y nuestro campo áureo.
Creará oportunidades para expulsar de nuestro campo energético los elementos y energías más vulgares. Los mantras hindúes y budistas mahayánicos se utilizan para concentrar la mente. dado que la esencia de muchos mantras es la monotonía. Se repiten para que la realidad del sonido llegue a ser dominante y la mente se entretenga menos en el proceso meditativo.
Los mantras actúan en cualquiera de los cuatro niveles (o sus combinaciones). Primero. intervienen simplemente porque nuestra fe hace que lo hagan. Segundo, porque nosotros asociamos ideas concretas a los sonidos, los cuales, a su vez intensifican el cambio de nuestros pensamientos y sentimientos. Tercero, actúan por lo que significan. El significado late en nuestro cuerpo mental, lo cual da como resultado una impresión formulada dentro de la pauta de energía de la persona. Cuarto, intervienen por medio de sus sonidos, sin ninguna referencia a sus significados. Las vibraciones del sonido producen cambios. Los cambios afectan a la función del sistema de los chakras, y por consiguiente afectan a todo el sistema de energía.
En el lenguaje sánscrito existen siete sonidos primarios. Estos siete mantras se pueden usar para activar y equilibrar los centros de los chakras de la misma forma que lo hacen las notas musicales y las vocales.
La mayoría de las veces los mantras se cantan. El hecho de cantar es un proceso que libera energía. Hace que la recitación de palabras místicas y sonidos sea algo misterioso y privado. El ritmo del canto es muy importante, en tanto que determina el estado hipnagógico o alterado que alcanza la conciencia. El canto rápido agota la respiración y el cerebro, pero siempre va seguido de un estado dinámico de relajación. El canto lento relaja la respiración y el cerebro mientras se está realizando. Esto resulta más efectivo cuando se hace en solitario. En grupo, es aconsejable un ritmo medio en el canto. El ritmo medio no altera los ritmos de la respiración. el corazón y la mente. Sirve para estar más alerta y alcanzar más vibración.
La mayor parte de la ciencia referida al canto se ha perdido. Puede evocar energías muy ardientes. si bien la energía se crea según el nivel de concentración y conciencia de la persona. El canto se tiene que controlar, ya que afectará nuestra vida, así como las vidas de aquellos que nos rodean, porque provoca una poderosa reverberación de las notas.
Los mantras y cantos que dependen del poder del sonido son más efectivos en el lenguaje en que se originaron. Un buen mantra o canto armonizará el cuerpo a todos los niveles. Normalmente consistirá en el predominio de vocales largas y abiertas, y está destinado a imponemos un nuevo ritmo de vibración, una resonancia forzada.
En el lenguaje sánscrito existen siete sonidos primarios. Estos siete mantras se pueden usar para activar y equilibrar los centros de los chakras de la misma forma que lo hacen las notas musicales y las vocales.
La mayoría de las veces los mantras se cantan. El hecho de cantar es un proceso que libera energía. Hace que la recitación de palabras místicas y sonidos sea algo misterioso y privado. El ritmo del canto es muy importante, en tanto que determina el estado hipnagógico o alterado que alcanza la conciencia. El canto rápido agota la respiración y el cerebro, pero siempre va seguido de un estado dinámico de relajación. El canto lento relaja la respiración y el cerebro mientras se está realizando. Esto resulta más efectivo cuando se hace en solitario. En grupo, es aconsejable un ritmo medio en el canto. El ritmo medio no altera los ritmos de la respiración. el corazón y la mente. Sirve para estar más alerta y alcanzar más vibración.
La mayor parte de la ciencia referida al canto se ha perdido. Puede evocar energías muy ardientes. si bien la energía se crea según el nivel de concentración y conciencia de la persona. El canto se tiene que controlar, ya que afectará nuestra vida, así como las vidas de aquellos que nos rodean, porque provoca una poderosa reverberación de las notas.
Los mantras y cantos que dependen del poder del sonido son más efectivos en el lenguaje en que se originaron. Un buen mantra o canto armonizará el cuerpo a todos los niveles. Normalmente consistirá en el predominio de vocales largas y abiertas, y está destinado a imponemos un nuevo ritmo de vibración, una resonancia forzada.
Los mantras cantados poseen efectos dinámicos. Algunos afirman que es mejor cantar un mantra mil veces. Otros consideran que con menos veces es suficiente. Como en todo, nosotros somos los que tenemos que decidir lo que nos resulta más positivo. De diez a quince minutos es un período muy efectivo para infundir y despertar la vibración y sentir sus efectos.
Los cantos y mantras son mecanismos que ahorran esfuerzo en nuestro desarrollo. Nos ayudan a concentrar la mente. Podemos aprender a hacerlo por medio de la fuerza de voluntad, pero los mantras y los cantos nos lo hacen más fácil y también más agradable.
El poder de los mantras puede intensificar los efectos de nuestro propio campo de energía. Pueden amplificar lo negativo de la misma forma que intensifican la creatividad. Si nos producen dolores de cabeza o sensación de desmayo, deberemos parar. Algunos ángeles, deidades, fuerzas divinas y otros seres están vinculados a determinados mantras. Cuando utilizamos las palabras y los sonidos, estamos invitando a sus energías a que entren en nuestra vida. Si nuestra propia conciencia y energía no es capaz de controlar sus elevadas vibraciones, el resultado será probablemente el desequilibrio y la falta de armonía. Recordemos que no se trata de una manera fácil y rápida de conseguir el desarrollo. La moderación es el mejor consejero, especialmente cuando nos introducimos en nuevos campos.
El proceso del trabajo con cantos o mantras es simple. Elegimos un mantra, nos familiarizamos con cualquiera de los significados que pueda tener. Escogemos un momento en que no vayamos a ser molestados y nos relajamos. Empezamos a cantar el mantra, sílaba a sílaba. Dejemos que encuentre su propio ritmo y volumen, a fin de sentimos cómodos con el. Continuemos durante diez o quince minutos.
Al detenernos, seguiremos oyendo el eco del mantra en nuestra mente. Quizás notemos un ligero zumbido en los oídos. Esto son indicadores de que la energía se ha activado y ha llegado a la dimensión física. Sentémonos y meditemos acerca de las energías. Visualicémoslas activas dentro de nuestro campo áureo. Planteémonos cómo utilizaremos estas nuevas energías en nuestra vida exterior.
Durante el estado de meditación, llevemos a cabo auto-observaciones. ¿Vemos algún color a través del ojo de la mente? Si no es así, ¿qué color imaginaríamos que es el más fuerte a nuestro alrededor en este momento? ¿Por que color nos sentimos más atraídos ahora mismo? Veamos el color. Conformemos su imagen mental y sintamos que se extiende por todo nuestro ser. ¿Estamos experimentando alguna otra sensación o impresión?
Concentrémonos en cuánta luz y energía se ha despertado en nuestro interior. Imaginemos y visualicemos todo lo que somos capaces de realizar con esta nueva energía. Veamos esta energía irradiando hacia fuera y a nuestro alrededor, tocando y haciendo brillar todo lo que hay dentro de nuestra vida.
Los cantos y mantras son mecanismos que ahorran esfuerzo en nuestro desarrollo. Nos ayudan a concentrar la mente. Podemos aprender a hacerlo por medio de la fuerza de voluntad, pero los mantras y los cantos nos lo hacen más fácil y también más agradable.
El poder de los mantras puede intensificar los efectos de nuestro propio campo de energía. Pueden amplificar lo negativo de la misma forma que intensifican la creatividad. Si nos producen dolores de cabeza o sensación de desmayo, deberemos parar. Algunos ángeles, deidades, fuerzas divinas y otros seres están vinculados a determinados mantras. Cuando utilizamos las palabras y los sonidos, estamos invitando a sus energías a que entren en nuestra vida. Si nuestra propia conciencia y energía no es capaz de controlar sus elevadas vibraciones, el resultado será probablemente el desequilibrio y la falta de armonía. Recordemos que no se trata de una manera fácil y rápida de conseguir el desarrollo. La moderación es el mejor consejero, especialmente cuando nos introducimos en nuevos campos.
El proceso del trabajo con cantos o mantras es simple. Elegimos un mantra, nos familiarizamos con cualquiera de los significados que pueda tener. Escogemos un momento en que no vayamos a ser molestados y nos relajamos. Empezamos a cantar el mantra, sílaba a sílaba. Dejemos que encuentre su propio ritmo y volumen, a fin de sentimos cómodos con el. Continuemos durante diez o quince minutos.
Al detenernos, seguiremos oyendo el eco del mantra en nuestra mente. Quizás notemos un ligero zumbido en los oídos. Esto son indicadores de que la energía se ha activado y ha llegado a la dimensión física. Sentémonos y meditemos acerca de las energías. Visualicémoslas activas dentro de nuestro campo áureo. Planteémonos cómo utilizaremos estas nuevas energías en nuestra vida exterior.
Durante el estado de meditación, llevemos a cabo auto-observaciones. ¿Vemos algún color a través del ojo de la mente? Si no es así, ¿qué color imaginaríamos que es el más fuerte a nuestro alrededor en este momento? ¿Por que color nos sentimos más atraídos ahora mismo? Veamos el color. Conformemos su imagen mental y sintamos que se extiende por todo nuestro ser. ¿Estamos experimentando alguna otra sensación o impresión?
Concentrémonos en cuánta luz y energía se ha despertado en nuestro interior. Imaginemos y visualicemos todo lo que somos capaces de realizar con esta nueva energía. Veamos esta energía irradiando hacia fuera y a nuestro alrededor, tocando y haciendo brillar todo lo que hay dentro de nuestra vida.
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