LA RUEDA MEDICINAL CHAMÁNICA

Todo espacio es un espacio sagrado.

Cada centímetro de la Madre Tie­rra contiene una conexión especial, cargada de energías, con cada criatura viviente, y por lo tanto se debe respetar.
 

La Rueda Medicinal es una expre­sión física de este saber, y se puede utilizar para crear un espacio ceremo­nial sagrado. Se construye depositando doce piedras grandes en un círculo similar a la esfera de un reloj.

 

Las cuatro piedras más grandes se sitúan en los cuatro puntos cardinales. Comienza situando la primera piedra en el Sur, el lugar del niño, el lugar donde comienza la vida. Luego la del Oes­te. A continuación la del Norte y finalmente la del Este. La piedra del Este se coloca la última porque así el espacio del círculo se llenará del espíritu que entra por la puerta del Este.

 

La puerta del Este es la Puerta Dorada a la Iluminación. Cuando esté a punto de ser cerrada, es el momento de pedir­le al espíritu que llene el espacio para que el respeto y amor mutuo puedan darse. Ésta es una de las maneras tradicionales de construir una Rueda Me­dicinal.



La Rueda de Sanación se usa para reunir las energías de todos los ani­males o seres vivientes, la Gente de Piedra, la Madre Tierra, el Padre Cielo, el Abuelo Sol, la Abuela Luna, el Mundo del Cielo o el Pueblo de las Estre­llas, los Subterráneos, las Gentes de Pie o los Árboles, los Bípedos o los Hu­manos, los Hermanos y Hermanas del Cielo, y los Seres del Trueno. Éstos se consideran todos nuestros parientes en las enseñanzas indias.
 

Las ceremonias son un modo de honrar y reconocer las conexiones que existe entre todas las formas de vida, y una expresión de gratitud que se ma­nifiesta a través de cánticos, danzas y rituales. Siempre se hacen guiados por el Gran Espíritu y el Gran Misterio.

La Rueda de Sanación es un símbolo de la rueda de la vida que siempre evoluciona y aporta nuevas lecciones y verdades a los que caminan por el sendero. El caminar sobre la Tierra se basa en el conocimiento de que cada uno de nosotros debe permanecer en cada radio de la gran rueda de la vida muchas veces y que se debe respetar cada dirección. Hasta que no hayas ca­minado en los mocasines de otro y estado en su radio de la rueda, nunca entenderás su corazón verdaderamente.

La Rueda de Sanación nos enseña que todas las lecciones son iguales, como lo son todos los talentos y capacidades. Cada ser viviente vara y vivi­rá un día en cada radio de la rueda y conocerá esas verdades. La Rueda Me­dicinal es un camino hacia la verdad, la paz y la armonía. El círculo no tie­ne fin, es vida sin fin.

Al experimentar el Buen Camino Rojo, uno aprende la lección de la vida física o de ser humano. Este camino se dirige del Sur al Norte en el círculo de la Rueda de Sanación. Tras la experiencia de graduación que es la muer­te, uno entra en el camino Azul o Negro que es el mundo de los abuelos y de las abuelas. En espíritu se sigue aprendiendo, aconsejando a los que per­manecen en el Buen Camino Rojo. El Camino Azul del espíritu va de Este a Oeste. La Rueda de Sanación es la vida, la vida después de la vida, volver a na­cer y respetar cada paso del camino.